Estas son las recomendaciones básicas a seguir ante el ataque de un canino:
1. No te muevas. No puedes correr más que un perro, sin importar que tan rápido corras. Correr sólo los enoja más. En el mundo animal hay una regla simple: correr = presa. Y no quieres ser la presa, ¿verdad?
2. Desvía la vista. Mirar un perro a los ojos es un desafío.
3. Trata de controlar el pánico y no le grites. Habla suavemente y trata de tranquilizarlo. Si levantas la voz o le gritas, el perro lo tomará como una agresión “verbal”.
4. Mantén los brazos a los costados de tu cuerpo, con los dedos hacia adentro para que el perro no pueda morderlos.
5. Si a pesar de todo te muerde, ¡no tires! Tirar sólo provocará que el perro comience a sacudir la cabeza y te haga más daño aún. Mantente lo más calmado posible (ya sé que no es fácil dada la circunstancia). Usando la mano libre o lo que tengas a la mano, presiona el cuello del perro y aprieta hasta que te suelte, no te preocupes, no lo vas a matar así, ah y ¡no le pegues!, eso sólo empeora las cosas y aumenta su ira.
6. Si el perro te ha tirado al suelo, colócate en posición fetal cubriendo tu cuello y cabeza. Y quédate quieto. Un blanco inmóvil es aburrido y el perro se alejará.
Fuente: Web Vida de perros