Si crees que recoger a un animal de la calle y llevarlo a una asociación protectora es la solución, no conoces el problema

La saturación de los albergues y la vida en jaulas 

Si piensas que recoger a un animal de la calle y llevarlo a una asociación protectora es la solución, quiere decir que aún no conoces bien el problema.

Los albergues están saturados y la vida en jaulas no es la solución.

La labor de los protectores de animales siempre está limitada por falta de espacio, de recursos económicos y de personal, lo que hace imposible atender todos los reportes de abandono o maltrato… son demasiados. Pero te has preguntado, ¿qué puedes hacer tú en esta labor?

Es cierto que son muchos los animales que necesitan ayuda, pero también es cierto que somos aún más los humanos que podemos ayudarlos. Si únicamente el 10% de las personas que vivimos en esta ciudad de 20 millones de habitantes nos diéramos a la tarea de ayudar a uno o dos animales, sobrarían manos y faltarían perros y gatos para ayudar. Por ello queremos invitarte a colaborar con nuestra causa, ya que con tu ayuda y la de otras personas que se sumen a ella incrementaremos los casos de animales ayudados que en este momento se encuentran perdidos, maltratados o abandonados.

Esta labor no es exclusiva de Asociaciones Protectoras ni obligación únicamente del gobierno; para resolver esta terrible situación, todos los que queremos a los animales tendremos que trabajar por mucho tiempo con la raíz del problema: la mala educación. Urge enseñar a nuestros hijos, amigos y conocidos que “los animales son seres vivos, que ¡¡sienten y sufren de la misma manera que nosotros los humanos!!”

Tú también puedes hacer algo por los animales

Nosotros podemos darte la asesoría que necesites, para que te conviertas en el ángel de la guarda de un perro o gato necesitado que esté abandonado en la calle, o que sufra el descuido o maltrato de sus dueños.

La satisfacción de ayudar a un animal es un sentimiento indescriptible que sólo lo conoce quien lo ha hecho o ha sido testigo de algún acto que eleve tanto el espíritu. El inmenso agradecimiento que estas criaturas nos proporcionan es algo difícil de describir con palabras. Queremos llevar hasta tus manos el manual de “qué hacer para ayudar a un animal en la vía pública y cambiar su vida para siempre”. Te invitamos a que lo leas, y que lo lleves a la práctica ¡tantas veces como te sea posible!

Si encuentras un animal herido o abandonado en la vía pública, acércate a él y ayúdalo; puede ser amigable, tímido, o estar muy asustado, en este último caso podría defenderse por sentirse amenazado, así que acércate poco a poco y observa su reacción antes de tocarlo. Muchas veces sólo con palabras cariñosas te ganarás su confianza, otras veces puede ser más difícil. Siempre evalúa el riesgo de que el animal salga corriendo, y si esto puede provocar que lo atropellen, mejor retrocede y calcula muy bien cómo capturando eliminando el riesgo.

Cuando se deje tocar, suavemente ponle una correa o un lazo en el cuello, así lo tendrás asegurado por si quisiera escaparse; ten sujetada la correa, pero no lo ahorques y levántalo lentamente con las manos. Ponlo dentro de la transportadora o llévalo a pie al lugar donde pueda estar lo primeros días y si es posible directamente al médico veterinario. Algunas veces es necesario echarle encima alguna prenda para reducir el estrés y lograr someterlo; háblale cariñosamente y procura que sus reacciones no te asusten, trata de no soltarlo hasta tenerlo en un lugar seguro donde no se pueda escapar.

Muchos de los que hacemos esto alguna vez hemos recibido una que otra mordida o rasguño, pero no te asustes, la mayoría de las mordidas no son tan violentas, lo que el animal quiere darte a entender es que lo sueltes o que lo dejes en paz, pero después de unos instantes se someterá.

Conforme vayas aprendiendo a reconocer el carácter y estado anímico de los animales, te será más sencillo cada vez. Los animales que viven en bosques o en zonas rurales y que no han tenido contacto con humanos requieren un manejo especial. (Captura con jaula-trampa).

El lugar donde alojes temporalmente al animal no debe de ser frío, y debe de ser muy seguro para que no se escape por ningún hueco. Así evitarás que vuelva a dar a la calle.

¡¡No lo bañes!!, esto podría debilitarlo. Su primera escala debe ser con el médico veterinario para que evalúe su estado de salud, quizás lo desparasite o lo vacune si no está demasiado débil. Haz lo que te sugiera el doctor. Si el costo te parece muy alto, pide ayuda a tu veterinario procurando sensibilizarlo, para que no sea el único animal que ayuden conjuntamente. Explícale que cuando lo des en adopción le recomendarás a los nuevos propietarios que atiendan al animal en su clínica.

Si fuera necesario, acude a hospital de la PNA para que te demos facilidades de pago, descuento o el apoyo que esté a nuestro alcance, pero procura considerarlo tu último recurso, ya que el hospital atiende cada mes muchísimos casos de animales sin dueño y nos es imposible ayudar a todos.

Pídele al veterinario que te dé una próxima cita para las vacunas que falten y, por supuesto, para su esterilización. Además de que le asegurarás una mejor calidad de vida, no queremos que se repita este caso con su descendencia. Cualquier veterinario que te recomiende que lo cruces aunque sea una vez, seguramente no conoce bien el problema, o no comparte esta idea porque quizás piense que si esterilizamos a todos los animales se quedará sin trabajo. Explícale que es mejor educar a la gente para cuidar a los animales, pues de esta manera vivirán muchos años y ello también significa un mayor éxito económico para él.

Puedes hablar con tu familia sobre la opción de adoptarlo; explícales que este animal necesita ayuda y que está dentro de sus posibilidades hacer algo para cambiar su vida. Si lo aceptan definitivamente, este es el comienzo de una historia en la que te convertirás no sólo en el dueño de ese animal, sino en su amigo y salvador.

Si la respuesta es negativa, aún así puedes hacer algo por él: ofrécele un lugar temporal, sácale fotos, promuévelo con amigos y familiares de tu confianza, para que de esa forma puedas seguirle la pista y sepas que el animal va a estar querido y seguro.

Si encuentras una familia para él, asegúrate de que sea confiable, que lo querrán y le darán el amor y los cuidados que todo animal requiere, y sobretodo, que todos en la familia están de acuerdo en adoptarlo. Haz lo que sea necesario para que quede muy claro que el animal no debe volver a perderse en la calle, y que si por algún motivo no pueden conservarlo, deberán regresártelo para encontrarle un nuevo hogar. Es muy importante que la gente sepa que aunque se lo das en adopción de todo corazón, siempre estarás interesado en el destino del animal.

Por último, ¡te suplicamos que siempre esterilices al animal antes de entregarlo! Aunque la nueva familia te asegure que lo hará, es común que a la gente se le olvide, y el animal corre el riesgo de que “por accidente” se cruce, o que la familia tenga la tentación de cruzarlo para que tenga “solo una camadita”. Esto es un ERROR, nadie puede garantizar un bienestar futuro para esa descendencia, y ya hay demasiados animales abandonados buscando hogar, ¿para qué traer más al mundo?

¡MEJOR ADOPTA UNO!

Autor: Laura Cortina
Editado para AdoptaGdl de la nota original:
http://www.pnamexico.com/WebPNA/angeldelaguarda.html