Como tratar perros con miedo hacia las personas

Para definir el estado mental de un perro que siente miedo de las personas hay que en principio interrogarse sobre las relaciones previas que ha establecido con el hombre. Estos animales se caracterizan por su tendencia a la huida, vale decir que la sola presencia de una persona que es desconocida para el perro desencadena su comportamiento de huida.

 
Un perro que así reaccione frente a las personas extrañas sufre de un trauma, y lo importante es establecer el origen de la causa. Seguramente durante su adaptación al medio humano ha debido sufrir experiencias desagradables, que tienden a ser penetrantes y profundas.
Los efectos de estas experiencias pueden convertirse en verdaderas fobias. Aquellos que en su periodo de adaptación no han tenido una relación positiva con el hombre, han sido castigados físicamente, acorralados, llevados a un estado de pánico total que haya rebalsado su capacidad asimilativa, verán afectada su normal conducta.
 
Un perro en este estado, preso de temor hacia determinadas personas podrá reaccionar agresivamente hacia esa persona atacándola compulsivamente. En estos casos el perro puede exhibir una mezcla de signos de miedo y agresividad o bien alternar rápidamente estos dos estados. La agresión provocada por el miedo es uno de los casos más corrientes de conducta agresiva de los perros.
 
Si se tiene un perro que reaccione con miedo hacia las personas desconocidas se debe determinar las causas o estímulos que originan la respuesta. El aspecto físico de las personas, mujer y hombre, situaciones o lugares, etc. Puede ser que no tenga miedo si se mantienen quietas pero si alguna de ellas se dirige hacia el animal, en un comienzo puede demostrar cierta ansiedad para a continuación desencadenar en una conducta temerosa y/o huida.
 
A menudo es bastante difícil determinar la causa de su miedo, por lo que deberá ser estudiado detenidamente en todo momento que evidencie ansiedad para determinar el estímulo y causa que lo provoca.

El nivel de ansiedad o temor varía en función del grado de proximidad de la persona, intensificándose a medida que se aproxima y disminuyendo a medida que se aleja y gurda la distancia que el animal considera segura para si.
 
El método adecuado es el de desensibilizarlo frente a las personas, disminuyendo su tendencia de huida y temor. En un principio, se hace adoptar al perro posturas de media sumisión (sentado o echado) que, en cierto modo, atenúa su tendencia de huida.
 
Se expondrá al perro en forma gradual al estímulo (persona) provocador de su ansiedad, acortando paulatinamente la distancia hasta que pueda ser aproximado añadiendo algún estimulo móvil, como ser mover el brazo, aproximar la mano suavemente para que sea olfateada por el perro.
A la más ligera manifestación de temor, se retira la mano y retrocede algunos pasos hasta donde no manifieste signos de ansiedad. Se evitará mirarlo fijamente a los ojos, ya que puede interpretarlo como desafío, provocando su temor o huida.
 
En algunos casos el perro hace su aproximación espontánea hacia la persona que teme, alejándose de inmediato, así repetidamente como si intentara vencer su propio miedo. Debe procederse lentamente para lograr superar toda tentativa de huida.
 
El estudio detenido de las reacciones de estos perros nos indica que no pueden ser encuadrados en un conjunto, ya que las relaciones parciales a un mismo estímulo ostenta un carácter individual. Es un error frecuente proceder con demasiada prisa, imposibilitando de ese modo poder determinar las particularidades de la marcha de los procesos nerviosos fundamental en cada caso concreto, relevando así la naturaleza individual de cada uno.
 
Los perros además del tratamiento a los que se los someta, deberán ser llevados a dar paseos cada vez más largos por lugares de mucha concurrencia de personas. Si manifiestan signos de intranquilidad se tratará de atenuar su ansiedad por medio de palabras e inflexiones de voz apropiadas, apaciguadoras, a fin de disminuir o suprimir su estado de inseguridad, modificando paulatinamente el patrón anormal de su conducta con relación a las personas.