Cómo saber cuando no ser voluntario

 
El voluntariado es importante y es una contribución esencial de los miembros de la sociedad para ayudar a otros, a nosotros mismos y mantener nuestra vida de buena manera. Pero es posible que sobrepases tu capacidad y llegues a fatigarte. Este artículo “no” tiene como objetivo desalentarte del voluntariado. Al contrario, es acerca de reconocer esas ocasiones en que existen muy buenas razones para no ofrecer tus servicios como voluntario o cuando necesitas variar de actividad.

•   Si no tienes tiempo, no ofrezcas tu ayuda. Si realmente no tienes el tiempo necesaria para dar, no digas que puedes hacerlo. Es una gran decepción cuando ayudas esporádicamente o no apareces para nada. No es nada agradable que no estés en los momentos clave, momentos en los que dijiste que estarías pero que por alguna razón no estás. Es mejor no ofrecerse antes que dejar plantado a alguien.

•   Di no si tus actividades en el voluntariado sobrepasan tu capacidad. Si ya te encuentras en un organización de ayuda a padres, das charlas a jóvenes, ayudas en un centro infantil y trabajas tiempo completo entonces estás empezando a cubrir demasiado terreno y no debes sentir la obligación de tomar más. No importa si alguien te lo pide o no, esto no es bueno para tí, tu familia, tus colegas del trabajo y ciertamente no es bueno para la organización de ayuda a la cual colaboras porque tu agenda está saturada. Explica a la persona u organización porqué no puedes ayudar ahora y recuérdales que con lo harás con mucho gusto en el futuro, una vez que tengas más tiempo libre.

•   Evita las actividades para las cuales no tienes el temperamento necesario. No seas bombero voluntario si le tienes miedo al fuego o no posses mucha fuerza física. No entres a la asistencia médica si no soportas ver la sangre. Deja que otras personas hagan lo que tú no estás en posibilidades de hacer y busca aquellas opciones que vayan mejor contigo. Puedes mencionar a la organización en la cual eres voluntario cuáles son tus habilidades y que ellos te encuentren un actividad apropiada. Es mejor dar una hora de un trabajo que puedes hacer bien a la comunidad que varias en una actividad para la que no estás preparado.

•   Ten cuidado con las opciones cerca de casa. Esto significa, ten cuidado que tus asuntos personales y sentimientos no se vuelquen en tu trabajo dentro del voluntariado y afecten negativamente tu vida. Si has sufrido alguna clase de abuso y haz decidido ayudar a otras personas que han sufrido la misma clase de abuso, asegúrate al 100% de haber superado esa etapa de tu vida. No querrás romper en llanto cuando confrontes algún historia que traiga a flote antiguos recuerdos. Esto no significa que no debes buscar una catarsis enfrentando los hechos a través del voluntariado, pero esto no significa que tú debas sentirte fuerte al escuchar a otras personas contando historias similares a la tuya. Las buenas organizaciones de ayuda te hablarán de esto antes de empezar con tu trabajo.

•   Reconoce que hay ciertas etapas en la vida en que el voluntariado no es la mejor opción para tí. Aunque sea solo por algún tiempo, existen ciertas etapas en la vida en la que las actividades para el voluntariado deben dar paso a nuestra propia vida. Estos tiempos incluyen: la muerte de un familiar, tiempo de exámenes, el nacimiento de un bebé, enfermedad y traslado de hogar. Cada actividad tiene un alto significado en nuestras vidas y necesario poner toda la atención necesaria tanto en tí como a tú familia durante esta pausa temporal. En poco tiempo habrás superado o te habrás recuperado de la parte difícil y podrás volver a ayudar a otros. Esta etapa es en realidad un tiempo en el que debes dejar que otros te ayuden. Por otra parte, el voluntariado puede convertirse en la única cosa que te provea estabilidad, cuando por ejemplo estás atravesando un divorcio o has perdido tu trabajo. Cuidadosamente, mide tus necesidades emocionales y físicas y considera cuánta energía tienes para dar a los demás; se honesto antes de sobrepasar ese límite. Ayudarás mejor si tomas tiempo para fortalecer tu propia persona.

•   Evita entrar al voluntariado solo porque un amigo está allí. Debes tener mucho cuidado si la razón para entrar al voluntariado es un amigo o amiga, esta no es necesariamente la mejor razón para hacerlo. Ingresa al voluntariado con esta persona si y solo si ambos comparten la idea de ayudar y no solo por la amistad. Es muy posible que terminen fuera del trabajo del voluntariado o aun pero, terminen con la amistad. Menciona a ese amigo o amiga entusiasta que compartes sus sentimientos pero que tú ayudas en otras actividades. Puedes comprometerte a ayudar una vez al mes si esto no va a ser una molestia para tí.

•   No seas obligado, coercionado o absorbido dentro el voluntariado. Es común ser elegido en ausencia y empujado al cargo por una masa de personas que no están dispuestas a realizar una tarea dada (clubes, escuela, organizaciones de ayuda). Si estás presente en tal votación, expón claramente tu negativa a acceder a la posición. Establece claramente que estás con demasiadas actividades o responsabilidades para tomar esta posición por este tiempo. Si esto pasa en tu ausencia, envía una carta en la cual muy educadamente rechazas la posición ofrecida y coloca una pequeña explicación acerca del porqué de tu decisión. Es indispensable que quieras asumir el trabajo en el voluntariado, de otra forma ya no será voluntario si no será una carga que puede dañar tu autoestima, tu organización personal y tu deseo de ayudar.

•   Cuestiona a las autoridades que buscan sobredepender de los voluntarios. Si sientes que una organización, escuela u otro lugar está pidiendo demasiados voluntarios para trabajos que deberían ser realizados por personas con sueldo, haz escuchar tu voz. Existe una tendencia en confiar demasiado en la buena voluntad de la gente y en particular las mujeres son sujeto de presión para que tomen más trabajo del que pueden manejar. Ejercita tus habilidades de escritura y al teléfono para preguntar al director de la escuela, a la autoridad de la región o al miembro de la organización de ayuda y pregúntales porque el dinero para ciertas actividades es tan bajo y sugiere que empleados pagados sean admitidos para poder alivianar el trabajo de los voluntarios.

•   Encuentra otras formas de ayudar que comprometan tu buena voluntad, dinero o energía. Si realmente quieres ayudar pero no puedes, entonces busca diferentes formas de hacer llegar tu ayuda. Si tienes dinero pero no tiempo, dona dinero. Si no tienes dinero pero tienes tiempo entonces dona tu tiempo. Si no tienes disponibilidad de ninguno de los dos envía mensajes de apoyo y buena voluntad. Haz gala de creatividad. Escribir una carta a algún editor de algún periódico diciendo lo bien que alguna gente lo está haciendo es una buena forma. Otra forma es enviar mensajes a las mismas personas que están en el voluntariado en este momento, eso les ayudará a ver que su trabajo es importante y que la contribución que hacen a la sociedad es vista con buenos ojos.

•   No arriesgues tu seguridad por ningún motivo. Si sientes que no hay seguridad en lo que haces, avisa a la persona a cargo de esto. Por ejemplo, si alguien te pide que le acompañes a una parte que no conoces de la ciudad, tarde en la noche, pide a alguien que te acompañe. Si estás en un edificio sin casco o guantes, pide el equipo necesario. Confía en tus instintos. Si por algún motivo se te niegan las medidas de seguridad que has pedido, estás en todo tu derecho de no acceder a tal petición.

•   Sé cauteloso con cualquier organización que te pida dinero para ser voluntario, especialmente si estás corto de dinero. Hay muchas otras organizaciones en las cuales puedes participar que no significarán un gasto de dinero.

CONSEJOS

•   Si necesitas de algunas habilidades especiales, ropa especial o alguna clase de equipamiento para llevar a cabo el trabajo de voluntario, pídelo. Tu seguridad y tu salud son tan importantes como las de cualquier empleado de pago.

•   No escojas no participar solo porque no tienes ganas. Todas las sociedades necesitan voluntarios que sean competentes, entusiastas, que tengan tiempo libre y que tengan muchas ganas. Cuando sientas que puedes involucrarte con el voluntariado, hazlo inmediatamente. Existe un enorme intercambio al participar como voluntario, algo que solo entenderás cuando lo hagas. Mientras que una organización/club/escuela/sociedad está obteniendo tiempo de tí gratuitamente, tú estás obteniendo confianza, la satisfacción de hacer buenas cosas, crecimiento personal y algunas habilidades que no podrías obtenerlas si no ayudarás a otras personas.

•   Si estás a cargo de un grupo de voluntarios, agradéceles su presencia regularmente. No esperes que estén contentos con una que otra alabanza casual. Ellos no tienen que estar ahí y su resentimiento puede esparcirse, terminando con una buena relación de trabajo o, aun peor, con una disolución de la organización en si.