Domina a tu perro agresivo

Los perros son animales que por naturaleza tienden a ser agresivos, debido a su instinto de territorialidad y de manada. Sin embargo, también puedes educarlo para que canalice esa energía en actividades que no te dañen ni a ti, ni a familiares, amigos, conocidos, o carteros.

Lo primero es contestar el test del perro agresivo:

*¿Tú perro te gruñe?
*¿Te ha enseñado los dientes?
*¿Se pone agresivo si tocas su comida o juguetes?
*¿Se esconde si llegan visitas?
*¿Te mordisquea un poco fuerte cuando juegan?
*¿Persigue gatos, animales, corredores o bicicletas?
*¿Te mira fríamente por largos ratos?
*Cuando se muestra agresivo, ¿crees que es una actitud normal?

Si contestaste sí a alguna de las preguntas, tienes un perro agresivo que necesita ser controlado y canalizado. Ahora, identifica cuál es la causa de su conducta, y la manera de remediarlo:

Agresividad por miedo: muchos perros, especialmente los abandonados o maltratados aprendieron a desconfiar de las personas, por lo que usan la agresividad para alejar a las amenazas humanas que tanto daño le han causado.
Tratamiento: dile a tus visitas que no hagan contacto visual con el perro, y dales recompensas de comida para que se las tiren al suelo, y así poco a poco afirmarán su autoestima.

Agresividad sexual: las perras que amamantan cachorros pueden ponerse violentas con las personas y otros perros por el cuidado de sus cachorros, y los perros pelean con otros para afirmar su superioridad.
Tratamiento: castrar o estrilizar a tu animal de compañía reducirá este problema, y en caso de que se escape o pierda por momentos, evitará que tenga cachorros no planeados. Eso sí, tendrás que mantener el ritmo de ejercicio para que no engorde.

Agresividad posesiva: La comida o juguetes son el tesoro de tu mascota. Muchas veces cuando alguien las tocan se ponen muy locos. Las señales más comunes son enseñar los dientes o gruñir amenazadoramente.
Tratamiento: acércate a tu perro mientras come, pero lleva una recompensa más sabrosa que su comida, y con el tiempo apreciará tu presencia. Si lanza mordidas cuando tocas sus juguetes, quítaselos permanentemente.

Agresividad dominante: Los perros se guían por jerarquías; es su instinto de vivir en manada. Te ven como miembro de ella, junto con tu familia y amigos. Evalúan un tiempo esta situación y desafían al líder con una mordida.
Tratamiento: evita castigos físicos, pues esto empeorará las reacciones del animal. Mantén al perro con collar y cadena, y un bozal en casos extremos. Con una postura de mando, expresión firme y un tono de voz de mando, reafirma tu posición como líder de la manada. Al primer mínimo desafío, enciérralo en lugar donde esté aislado durante un minuto. Luego suéltalo e ignóralo.

Agresividad territorial: Los perros se apropian ya sea del jardín, patio e incluso el automóvil como sus territorios. De ahí los clásicos ataques a los carteros, repartidores de pizza, etcétera.
Tratamiento: Recompensa a tu perro por no ser agresivo. Deja una caja con premios para el animal, e instrucciones para las visitas. Que las arrojen cuando entren al jardín, patio o sala, y con el tiempo el perro comprenderá que debe compartir el espacio.

Agresividad depredadora: Los perros son cazadores por naturaleza, y les gusta comer carne. Desde pequeño enséñale a perseguir juguetes, y a socializar con otros animales, para evitar futuros incidentes.
Tratamiento: Si no pudiste hacerlo así, busca ayuda profesional, ya que esta agresividad necesita un tratamiento especial para ser controlada.

Algunos perros nacen con una mayor tendencia a ser agresivos, pero recuerda que los dueños son quienes los alientan a serlo más, o bien, a canalizar sus impulsos.

Con información del libro Perros, de Bruce Fogle.
http://www.eluniversal.com.mx/notas/741609.html