Uno de los comportamientos más comunes que podemos observar en nuestro perro es que se lame sus patas varias veces en el día. Luego comenzamos a notar que aparecen unas llagas rojas donde tanto se ha lamido. Esta afección que se llama dermatitis acral por lamido puede tener varios niveles de gravedad, dependiendo de la velocidad para detectar el problema.
Aunque muchos perros se lamen las patas simplemente porque están aburridos, la mayoría lo hace como resultado de algún tipo de alergia o irritación de la piel. Para lograr que nuestro perro deje esta conducta debemos tener en cuenta algunos consejos muy sencillos.
Bañar a nuestro perro con mayor frecuencia puede ser una forma de disminuir sus lamidos excesivos. La suciedad, el polvo y el polen pueden irritar la piel del perro y causar picazón que tratará de calmar lamiendo sus patas o rascándolas. El champú que se utiliza durante la ducha debe ser hipoalergénico para evitar cualquier tipo de reacción alérgica. Durante cada baño es importante lavar bien las patas del perro, sobre todo si ha paseado por los alrededores y ha pisado barro.
Una buena idea para evitar cualquier tipo de picazón y la reacción de un lamido constante, es la compra de un collar antipulgas. Al sentir que las pulgas comienzan a picar en todo su cuerpo, el perro puede reaccionar lamiendo sus patas de una forma excesiva y podrá causar serias lesiones. Ante cualquier mínimo síntoma es muy importante consultar a un veterinario de confianza para saber cómo proceder y evitar esta conducta.
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