La causa más frecuente es la congénita, en la mayoría de los casos asociada al color blanco en partes del pelaje. Obviamente hay muchos perros blancos o con manchas blancas que escuchan perfectamente, pero ocurre en algunos que falta pigmentación en la piel del oído interno. Esto provoca que las terminaciones nerviosas allí se atrofien y mueran durante las primeras semanas de vida de los cachorros, resultando en una sordera. No se puede conocer la pigmentación del oído interno a simple vista, no depende en absoluto del color de las orejas ni de ninguna otra parte del cuerpo. Este defecto se puede encontrar en uno o lo dos oídos; si un oído puede escuchar probablemente nunca te des cuenta del defecto porque el perro se adapta y funciona casi igual que cualquier otro.
Si sospechas que tu perro no puede oír, la forma casera de comprobarlo es provocar un sonido que no produzca ninguna vibración ni agite el aire para que no pueda detectarlo salvo por el oído. Puedes hacer ruido con su plato de comida, una bolsa de galletas, las llaves o cualquier cosa que le interese mucho cuando no esté mirando o usar una bocina u otro sonido fuerte cuando duerme. También se puede llevar a cabo un test de potenciales evocados, pero esto es costoso y no siempre está disponible. Algunos perros sordos pueden escuchar sonidos muy agudos, como el de los silbatos para perros.
Te preguntarás cómo tratar a un perro sordo. Hay que tener algunas consideraciones. Por ejemplo, cuando te aproximas a él ponte delante o muéstrale tu mano para que te vea y no se sobresalte cuando lo toques. Si está durmiendo y quieres despertarlo acarícialo con suavidad o pon tu mano frente a su nariz para que te huela y ten lista una golosina para dársela cuando levante su cabeza. Así será grato para él y no se asustará. Haz esto hasta que aprenda, y luego bastará con unas caricias y algo sabroso de vez en cuando.
Para adiestrarlo aprende cómo hacerlo con perros normales y aplica las mismas reglas para tu perro sordo, solo que además de decir las órdenes deberás usar señas claras para que él pueda ver tu expresión y tus manos indicando lo que debe hacer. Aprende un lenguaje de señas o crea el tuyo propio, pero sé consistente y usa siempre las mismas, pues si no lo haces será muy confuso y tu perro no podrá entender. Si lo llevas a la calle nunca debes dejarlo suelto, así usarás la correa (mejor si es extensible para darle más libertad) para controlarlo. En tu casa puedes llamar su atención golpeando el suelo con tu pie para emitir una vibración o con una linterna o puntero láser. Si está en un jardín puedes arrojarle una pelota (¡sin golpearlo!) o encender y apagar una luz. Es conveniente ponerle una campanita o cascabel para que puedas saber donde está (siempre que se esté moviendo).
Un perro bien entrenado puede aprender unas 20 señas diferentes en un año y hasta 50 en 5 o 6 años, así que sé perseverante y podrás crear un nuevo lenguaje para comunicarte con tu amigo y disfrutar de grandes momentos con él.
Fuente:
El Encantador De Perros