¡¡Yo cuido a tu gato o perro mientras se da en adopción !!

© Monica Lepe

Esta es la frase que seguramente muchos querríamos escuchar cuando decidimos rescatar un perro o gato, y no tenemos dónde ponerlo.

Al rescatar un animal de la calle, lo primero a que nos enfrentamos después de su revisión veterinaria es dónde dejarlo en lo que se recupera para darlo en adopción. Nuestras casas no siempre pueden fungir como casa temporal, tal vez porque ya tenemos otros animales en proceso de adopción, porque tenemos demasiados, etc. Es entonces cuando deseamos tener un espacio donde tenerlo y sólo esperamos que alguien nos “caiga del cielo ” y nos ayude.

Y efectivamente, sí hay quien ofrece ser “casa puente”. De la nada, una persona totalmente desconocida, y generalmente de buena fe, nos puede ofrecer un espacio donde tener al animal unos días o hasta semanas. A veces resulta una gran opción para nosotros como rescatistas, y sobre todo para el animal en cuestión, pero también puede resultar ser UNA PESADILLA.

Muchas veces, personas que rescatan por primera o segunda vez aceptan estos espacios temporales, abalanzándose sobre la oportunidad y empujados por la desesperación de no saber dónde meter al animal, y ello resulta contraproducente:

  • El espacio no es higiénico.
  • La persona de la casa relega a una azotea o patio al animal.
  • Hay muchos espacios por donde el animal se puede salir/escapar.
  • Los animales que ahí tienen no están esterilizados, se cruzan entre sí y el animal resguardado se embaraza (ahora hazte cargo del perro y otros seis cachorros).
  • La persona que ofrece la “ayuda” tanto, que entrega a tu animal a alguien que lo quería (sin tu autorización y sin contar con las condiciones óptimas de salud), y tampoco te dice quién lo tiene,… “pero está bien, ahí lo quieren, ya tiene un hogar, y ya lo dio en adopción”.
  • La persona que recibe a tu animal se encariña con él y no quiere regresártelo; si es un perro de raza, lo cruza para “sacarle crías” o lo vende.
  • La persona que lo tiene te da largas cuando quieres verlo y te dice que el animal está bien cuando en realidad lo tiene abandonado, famélico, empulgado, lleno de engarrapas, sediento u olvidado en una azotea o techo.
  • También puede suceder que alguien lanzó al animal a la calle porque ya estaba harto, pues muchas veces la persona que te ofrece el espacio no consulta con sus padres si puede meter al animal de manera temporal.
  • La persona que tiene a tu animal NO vuelve a contestar tus correos electrónicos ni el teléfono.
  • Te topaste con un acumulador de animales. Una persona que AMA a los animales aunque éstos se encuentren con ella en un estado insalubre, con hambre, sin espacio, y por supuesto, NO te lo quiere regresar porque “están mejor con ella”.

Hay muchas cuestiones a revisar cuando alguien nos propone ser casa puente. A veces, dentro de la desesperación estos aspectos NO son revisados para la seguridad del animal. Te recomendamos que cuando alguien te contacte vía INBOX de Facebook, por internet si pusiste anuncios, en el muro de algún grupo animal en Facebook o en persona, siempre revises si tu animal estará bien en el espacio que ofrecen. Si tienes dudas, consulta con rescatistas más experimentados. Todos pasamos por la tentación de dejar un animal en casa de alguien que “nos cayó del cielo”.

Elegir una casa puente confiable es la diferencia entre hacer un rescate completo y poner en riesgo al animal quitándole esa segunda oportunidad. Suponer que cualquiera de estas situaciones ya es mejor que vivir en la calle y que ya hiciste algo por ese animal es engañarte y traicionar tu compromiso con él: asegurarle una vida digna.

Puedes también leer: Qué es una casa puente

Nota escrita por Diana Wybo para ADOPTA GUADALAJARA
Jalisco, México, julio 2013
Recuerda esterilizar a tu perro y gato
www.platanimal.com

Foto: Luis Carbayo / Cuartoscuro (Caso Olga, D.F.)