Rescatando un animal enfermo o herido

Si eres de las personas que ve un perro o gato herido o sufriendo y se detiene inmediatamente a ayudarlo, sabes lo doloroso y difícil que ésto puede ser. Sin tenerlo planeado y sin saber qué harás con el animal, una rápida decisión te hace llevarlo con el médico veterinario para un diagnóstico.

Que tiene varios tumores, y que éstos ya están formando parte de sus órganos vitales, o que tiene un problema de piel que requerirá dos meses de aislamiento y tratamiento. O bien, que tiene estallamiento de víceras, la cadera o alguna de las patas rota, que necesita rayos X , que requiere al menos una cirugía que lo tendrá inmovilizado por tal vez seis semanas, que la infección lo está haciendo bajar de peso, que tienen que hacerse varios estudios para determinar el padecimiento, que tiene un tumor venéreo,que requerirá tratamientos o alimento especial y medicinas de por vida, y que muchas veces, no se puede asegurar que ello salve al animal, confronta a cualquiera con la dura decisión de qué hacer con esa vida.

Rescatar un animal herido sin tenerlo planeado, generalmente implica una recuperación costosa, un espacio con el cual no se cuenta, medicamentos, y cirugías de alto costo que no siempre garantizan la recuperación del animal . Con el animal en brazos, uno se pregunta ¿qué puedo hacer, si no cuento con dinero, con el espacio para tenerlo ni tiempo para atenderlo? Regresar al animal a las calles, o dejarlo vivir “con su dolor” hasta que muera, dejan de ser opciones viables.

Cuando alguien confronta el hecho que el animal que recogió viene en tan mal estado que por más que haga o invierta dinero no le podrá dar una vida digna, surge la opción de la eutanasia. Esta consiste en ayudar a morir de forma digna al animal enfermo o en sufrimiento. La eutanasia también, ha sido muchas veces una solución desesperada de quien rescata al animal y no tiene los medios para salvarlo.

Optar por una eutanasia es una decisión que confronta a cualquiera con el hecho de saber que “no es quién” para decidir sobre la vida o la muerte de otro ser vivo. Decidirlo, genera culpa. Culpa de no haber hecho más, o de no haber podido ayudado de la forma que se quería. También hay que enfrentar las críticas de quienes no ayudan ni aportan, y para quienes es fácil decir que se es cruel o malo por no haberle dado una oportunidad al animal. Optar por la eutanasia genera dolor por saber que el animal posiblemente tuvo una muy mala vida y no tuvo oportunidad de disfrutarla.

Confrontar el propio dolor, lleno de lágrimas, es una opción que la mayoría prefiere evitar.

La eutanasia parece una forma de amar a los animales más allá del propio dolor de quien toma la decisión. Darle un final digno a un ser que sólo vino a dar amor es una decisión personal.

Un “GRACIAS” a todas aquellas personas que se detuvieron a ayudar a un animal herido o en mal estado. Un reconocimiento a cada uno de ellos por desviar su camino para ayudar a un perro o gato que no podía pedir ayuda.

Gracias por VER, y no pasar de largo.

Sin importar cuál haya sido su decisión final, hicieron una diferencia en el mundo, y en el corazón de ese animalito.

Escrito para ADOPTA GUADALAJARA por Diana Wybo
Guadalajara, Jalisco, México 2013
Promover la esterilización y adopción de perros y gatos entre tus familares y conocidos también es una forma de ayudar. La esterilización es posible a partir de los seis meses de edad. Gracias
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