Mareos en los perros

¿Cómo diferenciar una causa de la otra?
 
Es muy complicado saber si el mareo de tu perro se debe solo a una causa física o si además se juntan factores emocionales como la ansiedad.
  
Algunos casos son muy claros aunque son los que menos. Si un perro que esta tan tranquilo de repente sin más vomita es muy probable que su mareo tenga una causa totalmente física. Si sospecha que esta es la razón por la que vomita tu perro te aconsejamos que consultes con el veterinario ya que existen algunos medicamentos que pueden ayudarlo a superar este problema. (¡Nunca hay que dar una medicación para humanos a un perro!).
  
Pero normalmente los casos no son tan claros ya que los perros propensos al vomito aprenden rápidamente que los viajes en coche son poco placenteros, por lo que pueden empezar a mostrar señales de ansiedad tan pronto como se dan cuenta de que les van a meter en el coche. Existen perros tan traumatizados por los viajes que llegan a vomitar antes incluso de subir al coche (caso claro de perro que se estresa tanto que vomita).
 
Reconocer los síntomas: ¿Cuáles son los síntomas del mareo causados por la ansiedad?
  
  • Babeo excesivo (esto es debido a un exceso de saliva)
  • Jadeo
  • Lamerse los labios
  • Inquietud
  • Ansiedad
  • Temblor
  • Arcadas
  • Vómito
 
Los síntomas varían de perro a perro: algunos perros muestran todos los síntomas, otros solo unos pocos o solo uno dependiendo del nivel de ansiedad de cada perro y de su forma de manifestar esa ansiedad.
 
Los viajes en coches pueden llegar a ser muy traumáticos para una gran cantidad de perros. No todos los perros vomitan pero expresan su ansiedad de otras maneras muy diversas: ladran, saltan, gimen, no paran quietos, están tensos y no se relajan, no responden a las órdenes que se les da, tiemblan, se lamen de manera excesiva, suplican e intentan acercarse a las personas. Incluso algunos perros pueden llegar a orinar y defecar dentro del coche.
 
 
¿Cómo reducir la ansiedad de un perro a los viajes en coches?
  
La respuesta es simple: desarrollando unas asociaciones positivas con el viaje en coche . El cómo conseguirlo es algo más complicado. Lo primero es armarnos de mucha paciencia y darnos cuenta que será un proceso largo ya que nuestro perro deberá perderle el miedo al coche.
 
1º Paso. Familiarizar al perro con el coche: el perro debe sentirse a gusto en el coche con el motor parado. Intenta subir y bajar a tu perro varias veces hasta que se tranquilice y se dé cuenta que no pasa nada por estar dentro del coche. Si este paso ya le cuesta puedes convertirlo en un juego. Abre las puertas traseras, sujeta al perro por la correa entra dentro y sin mirar atrás intenta salir por la otra puerta. Si el perro no te sigue no lo arrastres pero sigue intentando salir por el otro lado. En cuanto te siga, elogios y sales por la otra puerta. Vuelve corriendo alrededor del coche a la primera puerta y repite el ejercicio hasta que el perro se pique tanto que intente adelantarte para entrar en el coche. Este será el momento de instaurar algunas pausas para ‘ descansar’ dentro del coche. Vete alargando las pausas paulatinamente hasta que el perro este relajado y tranquilo dentro del coche.
 
2º Paso. Conseguir que el perro este relajado y tranquilo dentro del coche con el motor arrancado y el coche parado. Puedes conseguirlo de la misma manera o dándole de comer en el coche durante unos días con el motor arrancado. Hay que demostrarle que aunque el coche hace ruido no pasa nada.
 
3º Paso. Pasaremos a dar pequeños paseos con el coche. Deberán ser recorridos muy cortos de no más de 2 minutos. Conduce despacio y sin giros bruscos. De lo que se trata es que el perro asimile que no pasa nada: hemos subido al coche, nos hemos desplazado y nos hemos bajados y no ha pasado nada. No hay razón de tener miedo. En estos pequeños paseos procura llevar al perro a sitios agradables como al parque para que empiece asociar al coche con cosas positivas. Al principio si ves que tu perro está muy nervioso pide a otra persona que conduzca y tú mientras siéntate tranquilo y relajado al lado del perro. Poco a poco podrás conducir tu y alargar el tiempo del paseo en coche.