Cómo enseñar a un gato que no debe morder a las personas

Los comportamientos agresivos y las mordeduras pueden ser un gran problema en los gatos. Cuando este tipo de mascotas muerde a una persona puede ocasionar mucho dolor y dar lugar a todo tipo de infecciones. Para evitar estas conductas en los gatos es importante trabajar sobre la modificación de dichos comportamientos y mejorar la relación entre la mascota y su amo. Las técnicas de refuerzo positivo pueden ser muy útiles. Resulta fundamental fomentar la calma mientras se le ofrece contención al gato.
  
Un gato agresivo coloca sus orejas hacia atrás, se pone tenso y comienza a mover su cola como si fuera un látigo. Para trabajar sobre la prevención es importante actuar tan pronto como se percibe alguno de estos signos y ofrecer una golosina al gato antes de que propine la mordida. De este modo se estará evitando el acto violento y reforzando al mismo tiempo una conducta deseable que refiere a la no agresión.
 
En el caso de sufrir una mordedura de gato se debe decir un “no” con mucho énfasis y luego ignorarlo durante un tiempo antes de volver a tomar contacto con el animal. Mediante la eliminación de cualquier tipo de atención al gato, éste comenzará a asociar que las mordeduras no producen ningún resultado positivo en la relación con su amo.
 
Una buena idea para reforzar el vínculo entre amo y mascota es darle unas caricias suaves en el momento en que se ha acostado y ya está entrando en la etapa de sueño. Las zonas más sensibles que deberían evitarse son las orejas, la cola y las patas. Si el gato se muestra tranquilo y calmo, se le puede ofrecer algún tipo de golosina o premio para reforzar este comportamiento positivo.